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La Maestría es la posición más solitaria, parte 2 de 11

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Aquí es muy, muy agradable. Un lugar muy agradable. Tenemos otros sitios también, pero en este momento en todas partes se trabaja también. Porque allá donde llego a casa, siempre tengo que hacer algo, si no, nadie lo hace aquí. Ellos no lo hacen como yo quiero, a veces. O lo hacen de una forma tan descuidada que cuando yo vuelvo tengo que encargarme del principio al final y el medio, cosas así. Siempre. ¿Lo veis ahora? Es un lugar grande como ese, y solo tienen como una ventana pequeña. ¿Lo veis? (Sí.) […] les dije lo que quería y todavía está así. Así, cuando vengo a casa, siempre tengo que trabajar. Incluso la basura y todo eso. Las personas son personas, no importa la nacionalidad. En un lugar público nadie es realmente fuerte y responsable ni tiene idea de lo que hay que hacer. […]

¿Estáis felices? (Sí) Yo vengo de vez en cuando y hablo de tonterías como esta y todo el mundo está feliz. Aparte de algunas de las ideas, creo que la mayoría de vosotros estáis bien. Quiero decir, no comparéis. Nunca comparéis con otras personas, y nunca pidáis lo que otras personas tienen o lo que La Maestra da a otras personas. Las necesidades de cada uno son diferentes. Y el mérito de cada uno es también diferente. Lo que yo quiero darle a él, vosotros no lo podéis tomar. Os pondríais enfermos, tendríais diarrea, quizá. O tendríais fiebre alta, o moriríais. (Sí) Nunca os comparéis, ni digáis: “Maestra, ¿por qué invita Usted a alguien más a Su casa y Usted no me invita a mí?” O “¿Por qué el otro día ellos pudieron ir y yo no pude ir?” O por qué esto y aquello y lo otro. “¿Por qué Usted sale a despedirlos? Usted no sale a despedirme a mí”. Ellos lo necesitan. Tu no. ¿Quizá? O quizá tú no eres digno. Así que sea la situación que sea, eres tú, tu problema.

Por supuesto. Tú lo sabes muy bien. Los niños, también lo mismo. Tienes dos o tres niños; las necesidades de cada uno son diferentes. ¿Verdad? (Cierto) No es porque tú quieras más a uno que a otro, sino que Dios dispone que tú probablemente tienes que cuidar más a este o prestar más atención a aquel que al otro. ¿Veis lo que quiero decir? (Cierto) Yo soy siempre muy generosa. Creo, creo que soy muy generosa. (Sí) Con mi tiempo y con todo. Pero hay algo contra lo que nunca puedo hacer nada. Eso es la Voluntad de Dios. De acuerdo. Así que sed felices sea lo que sea que tengáis. Si no, Dios os lo quitará todo.

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