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Le dije a Dios: “Por favor ayuda a estos fieles. Ellos creen en Ti. Por favor, no los dejes que pierdan la fe en Ti, porque ¿adónde más acudirán entonces? Sólo por culpa de estos sacerdotes malvados es que pierden la fe en Ti. No es culpa suya. Por favor perdónalos y ayúdalos, y bendícelos para que puedan saber cómo encontrarte de nuevo”.
