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De esta historia podemos ver que si solo practicamos en lo exterior, y el interior no lo hemos regulado muy bien, no lo hemos controlado bien de verdad, no nos hemos convertido en una persona de naturaleza compasiva, entonces, no importa durante cuánto tiempo practiquemos o qué clase de práctica hagamos exteriormente, no nos traerá mucho éxito. Esto es solo una historia, pero es así, hablando con lógica. Tenemos que practicar desde dentro, en nuestro interior, porque los Budas o Cielos, todos saben lo que pensamos, no solo lo que hacemos. No podemos engañar a los Cielos y a todas las Divinidades y a los Budas o a los Santos. Así, si fingimos que somos buenos practicantes pero no practicamos bien de verdad, si no ponemos de verdad nuestro corazón en ello y no somos sinceros de verdad, entonces no somos lo bastante puros para convertirnos en Buda. O al menos quiere decir que no somos practicantes puros. No somos un Santo de verdad. Solo tenemos el cuerpo que quizá parece el de un Santo, y la ropa quizá parece la de un Buda santo o un monje o una monja, pero en realidad no lo somos. Así que cualquier practicante, en especial los practicantes de Quan Yin, deberíamos pensar en ser absolutamente puros en nuestro motivo. Si no, no importa durante cuánto tiempo digamos que hemos practicado, no avanzamos. Algunas personas comen vegano o vegetariano, pero todavía están pensando en la carne y el pescado y esas cosas. Solo el pensar en ellas, es como la cosa real. Así que estos monjes, vomitaron las cosas que deseaban comer. Aunque no las consumieron físicamente, las vomitaron de igual manera. Así con los cinco preceptos, “no matarás” significa que somos veganos. Pero entonces, el deseo interior también debe ser cortado. Os deseo a todos, no importa en qué situación, que sigáis adhiriéndoos a vuestra fe, que meditéis bien con todo vuestro corazón, vuestra mente, con toda vuestra sinceridad. No solo para beneficiaros a vosotros, vuestra familia, vuestros amigos, o los que estén a vuestro alrededor, vuestros vecinos, sino también para beneficiar al mundo entero. Y por eso, os doy las gracias. Solo deseo que la humanidad despierte y se dé cuenta de lo que es bueno para ellos y de lo que no es – antes de que sea demasiado tarde. No se trata solo de su salud, su bienestar en este planeta en el tiempo de su vida actual, sino de la próxima vida, donde los castigos les están esperando, de una manera tan terrorífica que no lo podrían imaginar siquiera. Pero ocurrirá si las personas no cambian a un estilo de vida más benevolente, acorde con los hijos de Dios, y acorde con la ley del Amor universal.