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La vida del Señor Mahavira: Continuar con el ayuno para rescatar a Chandana. Parte 2 de 5.

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El Señor Mahavira dijo, “Aceptaré limosnas para quebrar mi ayuno solo de una princesa que se haya convertido en esclava”’. Él anunció algo como esto, sin que nadie Le contara esta historia. Nadie sabía que Chandana era una princesa de todos modos.

“Debido a su dulce conducta, Vasumati tenía una influencia mágica sobre el hogar. La fragancia de su serenidad y la frescura de su naturaleza inspiraron a Dhanavah a llamarla Chandana (madera de sándalo). Pero su esposa Mula sentía envidia. Ella pensaba que esa flor venenosa debía ser cortada de raíz”. La última vez leímos hasta aquí, ¿verdad’ “Un día, el mercader Dhanavah se fue del pueblo por un asunto de negocios. Esta era la oportunidad dorada para Mula. Ella relevó a todos los sirvientes de la casa y llamó a Chandana, reemplazo su bello vestido por harapos, le quitó todos sus ornamentos, le puso grilletes y rasuró su cabello largo y sedoso. Chandana profirió sorprendida, ‘Madre, ¿qué está haciendo? No le hecho ningún daño. ¿Por qué me está castigando?’’ Mula silenció a Chandana, la metió en una celda oscura, la cerró con llave y se fue. Dhanavah regresó al tercer día. Cuando vio la casa abandonada, quedó impactado. Él llamó, ‘¡Chandana, oh, Chandana!’ Pero nadie respondió. Fue a la parte trasera de la casa y gritó una vez más. Chandana gritó a su vez, ‘Padre, estoy aquí, en el sótano, atrás’. El comerciante entró y vio que el sótano estaba con llave. Mirando a través de las rejas de la puerta de hierro, él vio a Chandana en miserable condición y comenzó a llorar, ‘¿Qué le pasó a mi hija? ¿Qué alma malvada te ha hecho esto?’ Chandana respondió con calma, ‘Padre, sáqueme de aquí primero y entonces le contaré todo’. El comerciante rompió la cerradura y sacó a Chandana. Ella pidió, ‘Padre, no he bebido ni una gota de agua en los últimos tres días. Por favor, deme algo de beber y comer’. El mercader recorrió toda la casa, pero todo estaba bajo llave. No había siquiera un utensilio disponible”. Vaya. Creo que la esposa era terrible. “Él vio una cesta que contenía un puñado de salvado seco para las vacas. Él tomó la cesta, la puso delante de Chandana, y dijo, ‘Hija, come algo de esto. Llamaré al herrero para cortar tus grilletes’”. Ay, Señor. Los humanos. En realidad, esto no es nada muy sorprendente.

Hace mucho tiempo, cientos de años atrás, fui un Maestro, pero no muy famoso, un Maestro normal. Mi llamada esposa también me encerró en la casa y me dejó morir de hambre. Era muy celosa. Muy celosa de mis muchas discípulas mujeres que venían y me veneraban, como ustedes lo hacen. Por fortuna, yo no era un sujeto guapo. Aunque algunos hombres tenían celos de su esposa por venir para la iniciación, pero no hasta ese extremo. No lo creo, ¿cierto? Bueno, nunca lo supe. Nunca lo supe. Muchas veces, pasan cosas como esas en una familia. Y por supuesto, no había nadie ahí para ayudarme a romper el candado. Sucedió que vivíamos en un zona remota y de alguna manera nadie fue allá en ese momento. Y quizá algunos vinieron y como vieron la puerta cerrada, pensaron que el Maestro no estaba en casa. Y se fueron.

Entonces, “Era el año 12mo. de la práctica espiritual del Señor Mahavira. Durante la estación de los monzones Él se encontraba en Vaishali, y llegó a un jardín en Kaushambi. Fue alrededor de la época en que los incidentes del ataque de Shatanik en Champa, la caída de Champa, el sacrificio de la reina Dharini, la subasta de la princesa Vasumati como esclava, etc.,” la misma época, “estaban ocurriendo. El Señor Mahavira Swami con Su penetrante conocimiento y percepción, tuvo un vislumbre de todo esto. Él tomó una resolución casi imposible el primer día de la mitad oscura del mes de Paush”. ¿Qué es eso entonces? (Diciembre a enero.) De diciembre a enero. Es como el final del invierno, no, mitad del invierno. ¿Es como la mitad del solsticio de invierno? ¿El festival, no? No el festival.

El Señor Mahavira dijo, “Aceptaré limosnas para quebrar mi ayuno solo de una princesa que se haya convertido en esclava”’. Él anunció algo como esto, sin que nadie Le contara esta historia. Nadie sabía que Chandana era una princesa de todos modos. Ella no lo dijo. Por su seguridad también, porque sus padres ya estaban siendo perjudicados y su país estaba perdido, y ella escapó. Así que, si ella hubiese dicho que era una princesa, quizá también la habrían matado. Por lo tanto, ella no dijo nada. Era simplemente su conducta que a veces revelaba un aire de realeza. Pero ella no dijo nada.

Hoy en día, me siento más segura. pero en aquellos años, antes de este par de años, antes de Supreme Master TV, estaba sola en el mundo y nunca le había dicho a nadie que yo era Maestra Suprema tal y tal, o lo que hago. Nada. Tenía que mantener un perfil bajo por seguridad, así que es una situación similar, supongo, aunque yo no era una princesa. Cuando salía, actuaba estúpidamente a veces, decía tonterías. Y nadie sospechaba nada. Y si acaso empezaban a sospechar algo, me mudaba a otro lugar. Actualmente, me siento un poco más segura. Solo un poco más segura.

Entonces, el Señor Mahavira había anunciado que Él solo aceptaría limosnas para quebrantar Su ayuno únicamente de una princesa que se hubiese convertido en esclava. Durante ese retiro por la estación de los monzones, es probable que Él no comiera nada. Por tanto ahora, esa era la primera comida después del ayuno. Él quería que una princesa Lo alimentara. Él debe haber tenido clarividencia para ver que algo estaba sucediendo en ese país, a la princesa. Entonces, “‘Y solo si ella tiene la cabeza rasurada’”, incluso; oh, ella estaba afeitada. Fue rasurada por la esposa del comerciante. Y “‘sus miembros están con grilletes’”, solo entonces. “‘Ella no ha comido por tres días, está sentada en el umbral de una casa, tiene salvado de legumbres en una cesta y sonríe pero también tiene lágrimas en los ojos’”, al mismo tiempo. “‘De no darse estas condiciones, resuelvo continuar mi práctica y no quebrantar mi ayuno’”. ¡Oh, qué difícil condición para el desayuno! (juego de palabras) Quebrar el ayuno. A menos que se presentaran esas condiciones, Él no comenzaría a comer de nuevo.

“Cuatro meses pasaron desde que Swami (Señor) Mahavira comenzó a ir a mendigar de puerta en puerta en el pueblo de Kaushambi”. Cuatro meses desde, quiere decir que no comió nada por cuatro meses. ‘Un día, (Señor) Mahavira se acercó a la casa del ministro en jefe de Kaushambi, Sugupta. La esposa de Sugupta, Nanda, era devota del Señor Parshvanath y conocía las costumbres de los Shramanas ascéticos. Al ver que Mahashraman Vardhaman,” es decir el Señor Mahavira, “se acercaba a su casa a mendigar, ella estaba fascinada. Ella le solicitó a Prabhu que aceptara alimento ascético y puro. (El Señor) Mahavira dio media vuelta sin aceptar nada. Nanda estaba muy decepcionada. Maldiciendo su mala suerte, ella dijo, ‘Mahashraman Vardhaman vino a mi casa y, qué mala fortuna, no pude proveerle de nada’. Sus criadas la apaciguaron, ‘Señora, ¿por qué está tan abatida? Este asceta ha estado acercándose a casi todos los hogares en Kaushambi pidiendo limosna y sin tomar un solo grano ni pronunciar una palabra, Él solo está regresando”’. No solo en la casa de ella, en todas las casa que visitaba, Él nunca aceptó nada porque no era la condición que Él había establecido. Probablemente estaba buscando a la princesa Chandana. “‘Hemos sido testigos de todo esto en los últimos cuatro meses’”. Entonces Él no comió nada. Solo fue de puerta en puerta esos cuatro meses, pero no tomó limosna alguna, ni aceptó ningún alimento que se Le ofrecía. ¡Vaya! Este hombre es realmente fuerte. No sé si yo podría hacer eso.

“‘Esto no es nada único para su casa, ¿por qué está tan consternada?’ Las palabras de la criada se sumaron a la angustia de Nanda, ‘¡Qué! ¿Entonces, el Mahashraman está regresando sin limosnas en los últimos cuatro meses? Eso significa que Prabhu ha estado ayunando por cuatro meses y no he sido capaz de servirle. ¡Qué desafortunada soy!’ En ese momento, llegó el ministro Sugupta”, su marido. “Nanda le contó todo. Sugupta también estaba preocupado. El Rey Shatanik y la Reina Mrigavati también recibieron la noticia de que Shraman Mahavira estaba deambulando en Kaushambi sin comida ni agua por cuatro meses”. ¡Vaya! Sin comida, puede ser, pero sin agua durante cuatro meses, realmente Él debe haber estado mantenido por el extraordinario poder mágico que ganó todo ese tiempo, siendo ascético y puro y honrado y decidido, sin ninguna vacilación. Entonces, “Todos estaban tristes y preocupados. La familia gobernante fue al encuentro de Swami Señor Mahavira y Le solicitó que aceptara alimento. Pero Él permaneció impasible”. Después que Él dejó Su reino, la familia gobernante aún estaba en el poder. Por tanto, ellos fueron y Le pidieron que comiera algo, pero Él lo rechazó.

“Cinco meses y veinticinco días habían pasado desde que Swami (Señor) Mahavira había comido algo”. Él se hizo respiracionista. Eso también es posible. Una vez, yo también fui así. Si tienes que hacerlo, puedes. Pero no lo intenten. Por favor. Ya les conté mi historia cuando fui respiracionista. Estaba en un templo, era una monja que trabajaba ayudando en el templo, cocinando para todos, y comía una vez al día. Y entonces el abad, quizá estaba bromeando o solo se sentía culpable, porque yo era la única, el único monje, que comía una vez al día ahí, y como su cuerpo no estaba bien él tenía que comer seis veces al día. Entonces él le dijo a todos en la mesa. “Ching Hai come solo una vez al día, pero lo que Ella come, es como más de tres veces al día”. Y eso fue suficiente. Desde esa ocasión, no comí nada más. Y aun así continué trabajando. No sentí que me perdiera de nada. Es muy extraño. Muy extraño, tu poder de voluntad, es siempre tan fuerte. No sé si estás destinado a eso o qué, o si era una parte de mi vida que debía atravesar. De modo que renuncié a comer, así como así. Nada. Tampoco bebí nada por no sé cuánto tiempo. Todos estaban preocupados y la gente venía al templo y miraban, miraban y yo me sentía como avergonzada. Y entonces solo empecé a comer de nuevo. Y el primer bocado de comida me supo como si cortara un papel y lo comiera. No sabía a nada.

Y durante el tiempo que no comí ni bebí, no sentí nada especial. Solo lo dejé. Como esto, así de simple. Sin ninguna preparación, ni grupo de apoyo ni nada. No sabía mucho de nada. Solo no tenía más ganas de comer, así que renuncié a ello. Y entonces no comí, no bebí nada, pero continué trabajando, y me sentía normal. Me sentía como antes, exactamente como antes. Así que el abad se preocupó mucho. Dijo, “Usted no está comiendo nada y está trabajando de esa manera. ¿Está bien?” Dije, “Estoy bien”. Y le dije, “Puedo comer si quiero, y si no quiero, no como”. Eso fue lo que le dije. Y él quedó perplejo pero continuó observándome, en caso de que cayera muerta o algo así y él tuviera que ser responsable. Y la gente trataba de convencerme para que comiera. Y lentamente me harté, y dije, “Toda esta molestia es peor que comer y ser humillada por comer”. Y entonces empecé a comer otra vez, pero no tenía ganas. Pero después que comí la primera comida, aunque no tenía mucho sabor, no comí mucho y no tenía sabor en absoluto - después de la primera comida, sentí que estaba cayendo, físicamente hablando, como de un quinto piso y que caía suavemente hasta el primer piso, algo así. Sientes que caes, realmente. No sé, solo te sientes así. No sé cómo describirlo. Cuando no estaba comiendo, sentía que estaba caminando por las nubes. Mi cuerpo era liviano, mi mente era libre. Me sentía más feliz que antes. Me sentía tan libre. Y la primera vez que comí los primeros bocados, entonces sentí que estaba cayendo. Es solo una sensación; no puedo describirlo. Muy suavemente, como que estás flotando desde el quinto piso, por lo menos, y vas hacia abajo hasta el primer piso - se sintió de esa manera. Mi primer comida después de ser respiracionista espontáneamente. Supongo que si algunos de ustedes intentaron el respiracionismo antes, la primera vez que comieron quizá se sintieron de ese modo también, ¿o no? (Sí.) ¿Tú sí? ¿Lo hiciste? Entonces, ¿para qué molestarse en comer? Si pueden estar sin comer, solo háganlo. Pero solo si todavía están saludables si continúan igual que antes, entonces deben continuar.

Y ahora sé por qué tenía que comer - para crear más karma, más afinidad, para poder hacer un trabajo distinto, en lugar de solo ser una monja que limpiaba en un pequeño templo. Incluso entonces, no pensaba en ser Maestra ni nada. Simplemente un día, un grupo de afroamericanos vino y llamó a mi puerta y dijeron que estaban buscando a la Maestra Ching Hai. Y después de eso, aun así me escapé, y fui a Alemania, fui a Taiwán (Formosa). No, en Taiwán (Formosa) llamaron a mi puerta primero, los americanos lo hicieron después. Siempre estaban persiguiéndome. Así que después dije, “Oh, entonces, qué rayos”. Salí a predicar, a ayudar a las personas.

La cosa es que este grupo de afroamericanos no sabían nada de la Luz (interna Celestial) y el Sonido (interno Celestial). Ellos practicaban un tipo de tradición espiritual africana, y realmente practicaban muy duro, para poder ser más clarividentes. Ellos podían entrar en trance y le decían a la gente qué les sucedía, y qué debían hacer para remediar su problema en ese momento, las otras personas. La vi a ella en un trance una vez. Y ella era muy grande, así. Y luego su esposo era así de grande, solo un tercio del tamaño de ella o un cuarto o un quinto incluso, muy flaco y joven. Pero cuando ella estaba en trance, podía caerse y él la sostenía como si sostuviera un papel. Era extraño. Y ella le decía a la gente que hiciera esto y lo otro sin saber lo que estaba diciendo. Más tarde, ella despertaba. No recordaba nada de lo que había estado diciendo. Y la gente iba a verla y buscaba su ayuda y todo eso. Y ella fue ungida como una reina. Reina Azula era su nombre. No era su nombre, era el nombre espiritual que le fue dado después de practicar en su tradición, en la tradición africana. Y en ciertas ocasiones ella tuvo que yacer plana en el suelo y entonces tuvo que yacer sobre una piedra, una piedra como almohada. No una almohada, no era blando, ni el suelo era blando, solo una piedra para su cabeza. Durante nueve días, sin comer ni beber. Y ellos ayunaban a veces, si querían pedirle algo a los dioses. Así que, durante nueve días, nueve días y nueve noches, ella tuvo que yacer absolutamente inmóvil y la gente caminaba a su alrededor cantando o recitando sus misteriosos mantras y esas cosas. Y después de nueve días, ella regresó y contó la visión que había tenido en esos nueve días. Luego, conforme a eso, o bien llegabas a ser reina o princesa o recibías otra clase de título. Y ella obtuvo el título de reina, “Reina Azula”. Eso fue del Cielo, otorgado para ella.

Y esta clase de personas vinieron a mí por la iniciación. La reina vino a mi casa. La reina celestial vino a mi casa, no una reina normal. Ella tuvo que contar su visión al consejo, el consejo de ancianos de su fe, entonces ellos decidieron qué título, qué nivel ella había alcanzado. Y todos ellos sabían, así que ella no podía mentir. Estos eran los ancianos, eran mucho más poderosos, más clarividentes y más telepáticos que ella por supuesto. No se puede mentir allí, no pueden. Así fue como ella llegó a ser reina. Y este tipo de reina vino a mi templo, buscando a una humilde monja que limpiaba inodoros en aquel tiempo, a solicitarle la iniciación. Dije, “¿Cómo supieron de este lugar?” Ella dijo que le fue dicho en su visión. Ella no recordaba “Ching Hai”. Solo recordaba “Ching”, pero recordaba muy bien la dirección. Vino con un grupo de sus seguidores, y además, no recuerdo, un rey o reina, o lo que sea, una princesa. Y yo dije, “No creo en cómo sabe todo esto. Quizá alguien se lo dijo”. Ella dijo, “No, nadie me lo dijo”. Solo el guía interno le dijo a ella que fuera a esa dirección.

Ese templo no es… no se parece a un templo budista corriente. Es solo un edificio, una parte de un edificio adosado a todo un bloque largo, y es solo una parte de él. Fue transformado en un templo. Y el maestro en esa época, él compró ese templo sólo para enseñar a los discípulos americanos. Él iba allí cada tres meses. Y sus discípulos contados con los dedos, quizá eran 30, 40, un templo pequeño. Y ellos iban todos los domingos para escucharlo y él hacía un retiro con ellos a veces. Y el retiro tenía quizá 20 o 20 y tantas personas. De modo que no es un templo que sea famoso. No parece un templo desde afuera. Es solo un apartamento normal.

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