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Debemos ver a toda la nación como toda una familia. Y tal vez algunos miembros en la familia no son de su gusto o tal vez se comportan de alguna forma que no es favorable, pero tenemos que ser pacientes. Tenemos que tener paciencia, es mejor que el sufrimiento, el derramamiento de sangre, la división y la guerra en el país. La guerra, la puede hacer cualquiera. La paz, requiere de un grandioso liderazgo valiente para materializarla.
